Osteoartrosis

Osteoartrosis

La osteoartrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad crónica caracterizada por la degradación progresiva del cartílago articular. Este tejido actúa como un amortiguador natural entre los huesos, permitiendo el movimiento suave de las articulaciones. Cuando se desgasta, los huesos pierden protección, generando fricción, inflamación y daño estructural. Afecta principalmente rodillas, caderas, manos y columna vertebral, siendo una de las principales causas de discapacidad en adultos mayores.
Causas y factores de riesgo
Su desarrollo está asociado a múltiples factores:
- Edad avanzada: El riesgo aumenta después de los 50 años.
- Sobrepeso u obesidad: La carga excesiva acelera el desgaste articular.
- Sobrecarga mecánica: Actividades laborales o deportivas con impacto repetitivo.
- Genética: Predisposición familiar en algunos casos.
- Traumatismos previos: Fracturas o lesiones mal tratadas.
- Enfermedades metabólicas: Diabetes o alteraciones hormonales.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas suelen progresar gradualmente:
- Dolor articular: Intensifica con el movimiento y mejora con el reposo.
- Rigidez matutina: Duración menor a 30 minutos al despertar.
- Limitación funcional: Dificultad para caminar, subir escalas o agarrar objetos.
- Hinchazón o aumento de volumen: Por acumulación de líquido sinovial.
- Crepitación: Sensación de roce o crujido al mover la articulación.
Diagnóstico
Se basa en una evaluación integral:
- Historia clínica: Identificación de síntomas y factores de riesgo.
- Exploración física: Detección de dolor, deformidad o pérdida de movilidad.
- Estudios de imagen:
- Radiografías: Revelan estrechamiento del espacio articular o formación de osteofitos (espolones óseos).
- Resonancia magnética: Evalúa daño en tejidos blandos o cartílago en etapas tempranas.
- Análisis de líquido sinovial: Para descartar otras enfermedades como gota o infecciones.
Manejo terapéutico
El tratamiento busca controlar el dolor, retrasar la progresión y mejorar la calidad de vida:
- Fármacos analgésicos y antiinflamatorios: Para reducir el dolor y la inflamación.
- Terapia física: Ejercicios de fortalecimiento muscular y movilidad articular.
- Modificaciones en el estilo de vida: Control de peso y evitar actividades de alto impacto.
- Suplementos condroprotectores: Contribuyen a la nutrición del cartílago.
- Intervenciones quirúrgicas: En casos avanzados (ej. reemplazo articular).
